La miniserie Marchlands presenta las vidas de tres familias que viven en la misma casa, pero en diferentes períodos. La primera familia está formada por Paul (James Thomas King) y Ruth (Jodie Whittaker), que vive en la casa en los años 60’s. Pasan por la terrible experiencia de perder a su única hija, Alicia (Millie Archer), una niña de ocho años que se ahogó en la piscina.
En la casa también vive a los padres de Paul, Robert (Denis Lawson) y Evelyn (Tessa Peake-Jones), que mantienen un comportamiento áspero y opresivo, en relación con el hijo. Atormentada por el fantasma de la hija, Ruth tiene problemas para aceptar la muerte de la niña, así como el distanciamiento del marido, que prefiere no hablar de ello.
La segunda familia se compone de cuatro personas: los padres de Eddie (Dean Andrews) y Helen (Alex Kingston) y sus hijos Scott (Ethan Griffin/Daniel Casey), de 15 años y Amy (Sydney Wade), de ocho años, que viven en la casa a fines de 1980. La vida familiar parece tranquila, hasta que Amy empieza a hablar a su amiga imaginaria, a quien ella culpa por todos los ‘incidentes’ que comienzan a suceder en la casa.
La tercera familia está formada por Mark (Elliot Cowan) y Nisha (Shelley Conn) quienes están a la expectativa del nacimiento de su primera hija. Con cinco meses de embarazo, Nisha encuentra una fotografía de Alice escondido en la casa y comienza a investigar la historia de la niña.
La narrativa paralela entre el pasado y el presente hacen que las tres familias se tornen en una sola a los ojos del público. A su vez, en la historia, las familias están unidas por el fantasma de la niña fallecida en 1968 en circunstancias misteriosas.