Every Body es una reveladora investigación sobre la vida de las personas intersexuales. La película cuenta las historias de tres personas que han pasado de una infancia marcada por la vergüenza, el secretismo y las cirugías no consentidas a una vida adulta próspera después de que cada una de ellas decidiera dejar de lado el consejo médico de mantener su cuerpo en secreto y, en su lugar, salir del armario como su auténtico yo.
El actor y guionista River Gallo, la consultora política Alicia Roth Weigel y el estudiante de doctorado Sean Saifa Wall son ahora líderes de un movimiento mundial de rápido crecimiento que aboga por una mayor comprensión de la comunidad intersexual y por el fin de las cirugías innecesarias.
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Entretejido en la historia hay un caso de abuso médico más extraño que la ficción, con imágenes exclusivas de los archivos de NBC News, que ayuda a explicar el tratamiento actual de las personas intersexuales.
TRÁILER DOCUMENTAL EVERY BODY
DECLARACIÓN DE LA DIRECTORA JULIE COHEN
El camino hacia la realización de un documental rara vez es una línea recta; hay giros y vueltas que te llevan en direcciones inesperadas. He descubierto que esos desvíos inesperados pueden terminar siendo fundamentales para la estructura narrativa de un documental. También suelen ser la gran alegría de este trabajo. En ningún lugar esto ha sido más cierto que en el desarrollo y producción de Every Body.
No tenía la intención de hacer una película sobre activistas intersexuales de la época moderna. Esta película surgió de un trabajo independiente que tuve con NBC News Studios en 2018, explorando los espectaculares archivos de NBC en busca de historias tan sorprendentes y multifacéticas que pudieran servir de base para documentales teatrales. Me atrajo inmediatamente una historia que recordaba de 1999, cuando era productora de Dateline NBC: una historia tan increíble como la ficción sobre abuso médico protagonizada por un niño llamado David Reimer, quien contó su historia en cámara a mis colegas de Dateline (Sí, estoy siendo deliberadamente vaga; tendrán que ver Every Body).
Comenzamos a investigar más a fondo, y ahí es donde entra en juego el desvío inesperado. Aunque David mismo no era intersexual, resulta que su sorprendente caso ha tenido un gran impacto en la forma en que las personas intersexuales, aquellas con una o más variaciones en sus características biológicas de sexo, han sido tratadas durante muchas décadas. Hoy en día, un grupo vibrante y vocal de activistas intersexuales, inspirados por el trabajo anterior de los movimientos de derechos homosexuales y transgénero, han salido adelante para intentar cambiar su tratamiento.
Me conecté en línea con Alicia Roth Weigel, quien me presentó a sus amigos Sean Saifa Wall y River Gallo. Los tres han pasado por infancias marcadas por el secreto, la vergüenza y las cirugías, hasta llegar a una edad adulta exitosa, cada uno comprometido profundamente con la lucha por una mayor comprensión y una mejor atención médica para las personas intersexuales. Comenzamos a filmar su activismo y su vida cotidiana. Lo que había comenzado como un documental de archivo se convirtió en una película muy enraizada en el presente.
Antes de que comenzara la filmación, la prevalencia demasiado poco discutida de las personas intersexuales se hizo evidente para mí de una manera sorprendente. Una joven abogada llamada Shana Knizhnik, con quien me había hecho amiga después de entrevistarla para mi documental RBG con Betsy West, escribió un artículo en Teen Vogue titulado ‘I’m Coming Out as Intersex After Years of Keeping it a Secret’. Shana se unió a nuestro equipo de película como productora consultora. Sus primeras orientaciones para mí y los productores Tommy Nguyen y Molly O’Brien fueron claras: no escatimen en la alegría intersexual.
Creo que verán en la película que tomamos el consejo de Shana en serio. “Podemos ser sobrevivientes de trauma, pero eso no tiene que definir nuestra historia”, me dijo Saifa en nuestro último día de filmación juntos. “El trauma y la alegría pueden coexistir. Siempre coexisten”. De diferentes maneras, las vidas de Saifa, River y Alicia nos muestran cómo la alegría puede brotar hermosamente en medio del trauma. Estoy agradecida de que el camino hacia la realización de esta película se haya desviado en la dirección de estas tres personas extraordinarias, y honrada de que hayan elegido compartir fragmentos tanto de sus traumas como de sus alegrías con los espectadores de Every Body.
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